Vivir sin prisa,
ir creando un algo.
Mezclar y oler los ingredientes
e ir probando.
Llegarán ideas de algún otro,
especias de las que irse enamorando,
aromas de amistades: van y vienen.
Y amigos de buen vino: van ganando
según pasan los años.
Y un día tendrás sal, y todo este tinglado
tendrá sabor
desbordante, permanente,
y habrá segundo plato.
Poco a poco esta cena se irá desgranando.
Y al final de todo quedará el regusto
de todo lo bien hecho, de todo lo guisado.
Irás untando salsas, apurando el vaso.
Y al levantarte de la mesa,
contento, saciado,
mirándome a los ojos pensarás:
la vida es un menú. La vida es como un plato.
Hola Juan, disculpa, no encontré otra forma de hacerte llegar el aviso. Lo he publicado en el blog de la librería. Le hacen un homenaje hoy a Relieve. Un saludo, miguel
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