Habitaciones:
vuestros corazones sean
habitaciones para los otros,
salas de estar,
lugares de descanso con un buen sillón
donde respirar, dormir y descansar.
Que seais casa para el que no tiene hogar,
y el alma os sonría
y sonría al mundo.
Templo de Dios:
que vuestro cuerpo sea ahora
templo de Dios para Él,
que os ama.
Que nunca cerréis la puerta
que no apaguéis la zarza ardiente
y el Buen Señor
encuentre en vosotros
donde morar.
Un arbol suave:
vuestra vida es ya un arbol suave
donde algunos nos cobijamos
para mirar al cielo abierto.
Ramas y hojas entretejidas
con la raiz en la alegría
que os da vivir.
Que os da vivir con los demás…
Os necesito:
No es un sueño ni una manía;
os necesito al caminar.
Y necesito vuestra sonrisa
y vuestra mano junto a la mía.
Y dondequiera que vayais
llevadle Él, y Él con vosotros,
jamás os dejará…
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